Ex ingenieros de Google lanzaron al mercado Cuil, un nuevo buscador en Internet que pregona mejoras en la calidad de búsqueda y, especialmente, la no intervención en la privacidad de los usuarios.
En 2004, Anna Patterson desarrolló el más grande motor de búsqueda en Internet hasta ese momento. Ni lento ni perezoso, el monstruo mundial del rubro, Google Inc., adquirió tanto los servicios de esta ingeniera oriunda de Chicago, Estados Unidos, como su flamante creación para optimizar su sistema de búsqueda.
Dos años más tarde, con una inversión inicial de 33 millones de dólares, Patterson, su marido y también ex empleado de Google, Tom Costello, y otros dos díscolos ex ingenieros de la compañía, Russell Power y Louis Monier, fundaron Cuil, un nuevo buscador que pretende destronar al monopólico Google.
Según Costello, a diferencia de Google que establece prioridad a las páginas en base a los enlaces entrantes (PageRank) y a los patrones de popularidad, el motor de Cuil analiza los contenidos de las páginas web en cuanto a la relevancia que tienen con la búsqueda realizada.
La sobria página principal de Cuil.com, lanzada en agosto de 2008, muestra un fondo negro (cualquier relación con la blancura característica de Google queda en manos del lector), y la presuntuosa cifra de 121 millones de páginas de Internet que abarcaría el buscador. Cantidad que, de ser así, triplicaría las indexadas por Google.
De acuerdo a lo informado por la Revista G7, al realizar una búsqueda, el portal ofrece el novedoso método de desplegar los resultados en forma de columnas, con un párrafo explicativo y alguna foto o imagen del sitio.
Un poco más dinámico que las someras listas que muestran Google, Yahoo! y Microsoft, los tres portales más importantes de búsquedas en la red, que según los últimos datos publicados acaparan el 62, 21 y 8.5 por ciento respectivamente de búsquedas realizadas en la red en Estados Unidos.
Otra de las ventajas que promociona el nuevo buscador es que no intervendría en la privacidad de los usuarios ya que no almacena el historial de navegación como sí lo hace Google, sin embargo, aunque esto es usado como un arma de marketing, supone la imposibilidad de personalizar las búsquedas.
En lo personal no me gusto nada.
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